El Socialista Centroamericano entrevistó al compañero Carlos Noé Santos Urías, Secretario general del Sindicato General Nacional de Empleados del Hospital General San Juan de Dios

El 28 de julio pasado fue formalmente juramentada la nueva ministra de salud, Lucrecia Hernández Mack, quien despertó expectativas a nivel de la población porque procede de organizaciones de la sociedad civil, vinculadas con la defensa de derechos humanos ¿Qué expectativa despertó la nueva ministra en el sindicato?

Como organización sindical, y creo que era el sentir de muchas organizaciones sindicales, era que la nueva ministra le iba a venir a dar una nueva imagen, le iba a inyectar una nueva forma de trabajo al ministerio, y las expectativas que se tenían eran grandes, tanto de la organización sindical como de organizaciones sociales. Cambios importantes que nosotros creíamos que se deberían realizar, situaciones de trabajo que vinieran a transformar toda una serie de vicios y problemáticas que estaban dentro del ministerio, que ella las pudiera resolver. Y se habló de dar un compás de espera, por la expectativa que se planteaba al asumir ella el cargo, la crisis en la cual recibía ella el ministerio: crisis económica, crisis institucional, crisis en el sector de recursos humanos.

Dentro algunos medios de investigación críticos se considera que la nueva ministra es una ficha de la embajada gringa dentro de la política general de los Estados Unidos de lucha contra la corrupción, de colocar funcionarios probos, sin antecedentes, para dar esa nueva imagen al funcionamiento del Estado ¿Qué piensan ustedes de esa consideración?

Primero, deja muchas dudas cómo es que ella llega al ministerio. Eso todavía no queda muy claro para muchos. Algunas organizaciones precisamente decían ese tipo de cuestiones, de que era como una carta que se estaba jugando la embajada de Estados Unidos, por el tipo de trabajo que ella siempre ha realizado, que es un tipo de trabajo de análisis, de organizaciones no gubernamentales, que reciben cierto financiamiento del extranjero. Además, ella fue una crítica del actual gobierno y una crítica del sistema que se tenía con el anterior gobierno (ella fue partícipe de las movilizaciones, de los plantones, de las marchas). Se entiende que tiene cierta trayectoria dentro del análisis y dentro del trabajo de salud, ciertas especializaciones y ciertos estudios en el tema de salud. Pero ¿quién fue el que la propuso? ¿Cómo se propuso? Eso es un misterio, no se habla, y eso deja dudas de que únicamente era una persona que venía a mediatizar la crisis que se estaba viviendo en el sistema de salud.

¿Cómo analizan el desempeño de la ministra después de dos meses de su nombramiento?

Después de dos meses creemos que el papel de ministra, le ha quedado un poco grande, así como le quedó el gobierno a Jimmy Morales; porque bajo esta ministra le han inyectado al presupuesto de salud capital, recursos, ha sido la primera ministra que ha recibido en mucho tiempo el recurso económico de por lo menos un trimestre completo. No ha resuelto los grandes problemas dentro del ministerio, los problemas estructurales, de fondo. Se creía que iba a tener una política, por ejemplo, en recursos humanos, de puertas abiertas, no ha sido así; no se ha reunido con los trabajadores; no ha resuelto grandes temas a nivel nacional; ha viajado y ha delegado la responsabilidad del ministerio en otros actores. Entonces creemos que le hace falta mucho. Las crisis en los hospitales siguen persistiendo, y en este momento, al día de hoy, nosotros creemos que esa crisis, ahorita que le han inyectado recursos económicos ha estado allí, pero es latente. Para el próximo año, si las cosas van caminando como hasta el día de hoy, la crisis se va nuevamente a generar, porque esto es como un iceberg, solo se ve una puntita, pero abajo hay una serie de dificultadas muy importantes a las que esta ministra no le ha entrado y no se avizora que le vaya a entrar.

Podría considerarse que dos meses es poco tiempo para resolver un problema que viene desde hace décadas, pero por lo que entiendo, ustedes consideran que no ha empezado a dar los pasos para empezar a resolver esta problemática.

No se avizora que realmente le quiera entrar frontalmente a la situación del ministerio. Dos meses, pero en dos meses ella únicamente se ha dedicado a tomar decisiones meramente políticas. Por ejemplo, el haber eliminado un viceministerio (los viceministerios de Atención Primaria y de Hospitales, cuyas plazas la ministra dejó vacantes, A.T.), eso no resuelve una crisis dentro del ministerio, porque si fuera para resolver la crisis económica, ¿Cuánto podría estar ganando un viceministro? Aún si estuviera ganando Q 40,000, esos Q 40,000 no representan un gran ahorro dentro del sistema de salud. Además, recarga muchas decisiones. La crisis más fundamental que tiene que resolver ahorita es la crisis de abastecimiento, muchos hospitales siguen con ese problema. La gran incógnita es que ¿será que nosotros como hospitales, centros, nos acostumbramos a trabajar en esta crisis? Porque no se resuelve. Sigue habiendo saturación de pacientes en los hospitales, se sigue dejando de atender a la población. Si bien es cierto que se tenía de ella grandes expectativas, era respecto a resolver y plantear modelos de atención que respondieran a las necesidades, pero lo que vemos es que viene a hacer lo mismo que han hecho otros, tomar modelos que ya están dentro del ministerio y cambiarles el nombre; es lo mismo pero no se entra de fondo y frontalmente a esta cuestión del abastecimiento de recursos para los hospitales.

Las últimas movilizaciones importantes de los trabajadores de salud fueron a principios de agosto, unos días después de que asumiera la nueva ministra. ¿Cómo ha enfrentado la nueva ministra las demandas de los trabajadores y cómo ha sido su relación con los cerca de 50 sindicatos que hay en el ministerio?

Primero, si bien es cierto que en el Ministerio de Salud uno de los grandes problemas para la unificación de los trabajadores es esa gran cantidad de organizaciones sindicales, esto es producto de toda una política de división de los gobiernos de turno, porque no han atacado y no han resuelto los grandes problemas de los trabajadores, y privilegian la negociación con una organización; y aquí utilizan el famoso sistema de Maquiavelo, divide y vencerás, posicionar a una organización sobre las demás, que eso lo que hace es que se dé una división, una fragmentación y una atomización mayor del movimiento sindical del ministerio. No son 50, se habla de 50, 52, 56, pero realmente organizaciones dentro del ministerio están alrededor de 32 a 36 organizaciones, que también es un número grande, pero tomamos en cuenta que dentro del ministerio hay alrededor de 32 mil trabajadores, incluyendo los compañeros por contrato.

Entonces eso es importante de hacer ver. ¿Cómo están las relaciones con los trabajadores? Esta ministra nuevamente ha venido a hacer menos que los otros gobiernos y las otras autoridades. Se esperaba que fuera una ministra abierta al diálogo, de puertas abiertas, de diálogo sincero, pero hasta el día de hoy no tiene esa actitud. Ella convocó a un diálogo pero viene a ser nada más una medida política, dilatoria, demagógica, ya que recibe a los sindicatos que supuestamente son los “sindicatos minoritarios”, y les plantea el poder tener pláticas con todas las organizaciones sindicales; pero después de eso se diluye toda esa plática y esa propuesta. Hay organizaciones que es necesario tomar en cuenta, como el caso de nosotros, que tenemos presencia a nivel nacional también, y ella se reúne única y exclusivamente con el sindicato nacional, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud de Guatemala (SNTSG). Se reúne, empieza a hacer un diálogo, y nuevamente la ministra hace lo mismo que otros ministros anteriores, empieza a plantear que sí, reconoce la deuda que tiene a los trabajadores de algunas situaciones reivindicativas en el plano económico, pero manifiesta que no tiene los recursos, no se le han asignados los recursos. Y nuevamente plantea que hay que hacer todo un estudio, que se viene realizando desde antes que entrara incluso el PP de Otto Pérez Molina, en el tiempo de la Une se hicieron esos estudios; nuevamente empiezan a requerir el informe a la PGN, a la Dirección de Presupuesto del Ministerio de Finanzas, y no hacen efectivo lo que se les adeuda a los trabajadores.

Se habla una deuda de 16 meses, que es sobre un bono de dignificación de los trabajadores; se habla también de pago de viáticos, que aquí hay que hacer una acotación en eso, se habla de viáticos, muchas veces se confunde con viáticos hacia la dirigencia sindical y viáticos hacia los trabajadores. Lo que algunos están negociando son los viáticos para la dirigencia sindical y en algún momento se confunde, porque también le adeudan viáticos a los compañeros trabajadores normales. Entonces la ministra no ha cumplido, aunque manifiesta que tiene toda la voluntad para pagar, no lo ha realizado, y han inyectado dinero, pero creemos que por el momento en el cual está, que es un momento político más que todo, porque esta es una decisión política.

Entiendo que durante el gobierno del Partido Patriota se firmó un pacto colectivo ¿Cuándo se vence ese pacto?

En el Ministerio de Salud existen dos pactos colectivos. Un pacto colectivo con el sindicato nacional, el sntsg, y otro pacto, que es con el Sindicato Nacional de Empleados del Hospital General San Juan de Dios, que es el de nosotros. El pacto colectivo del sntsg se firma en un momento político, coyuntural, con las autoridades y el pacto del sindicato del San Juan de Dios se firma a través de una negociación que se lleva en los tribunales, que se llega hasta la fase final, que es un laudo arbitral, y es lo que le da vida a este pacto colectivo. Tanto el pacto del sntsg, ya venció y ahorita, según lo que nosotros tenemos entendido, está denunciado y están negociándolo, al igual que nosotros, vamos en poco tiempo a denunciar el pacto de nosotros, que es producto del laudo arbitral.

A lo largo de al menos diez años se ha visto que los médicos de los hospitales se movilizan y hacen acciones por su cuenta, por aparte de los trabajadores normalmente conocidos como salubristas ¿Por qué no hay una interrelación entre estos dos sectores, si ambos son trabajadores de la salud?

No la hay porque todas las organizaciones que estamos dentro del Ministerio de Salud, no hemos tenido esa capacidad de podernos unificar, ya que hemos sido muy gremiales. También hay que hacer una observación: los médicos de la áreas urbanas, porque los de las áreas rurales tienen otra dinámica, de plano por el contexto en el cual ellos trabajan, es totalmente diferente.

Esas reivindicaciones de los médicos han sido encabezadas en su gran mayoría por médicos del Hospital General San Juan de Dios y del Hospital Roosevelt. En algún momento en este movimiento se unieron los médicos del Hospital General de Xela, que también se integraron en esta dinámica, pero los médicos son muy cerrados, por decirlo así; si los trabajadores y los sindicatos de salud somos gremiales en muchas cuestiones, los médicos lo son aún mucho más; hasta cierto punto diría yo que son clasistas, ya que desde la experiencia de nosotros hemos tratado de unificar esfuerzos con los médicos, y los médicos han llegado al extremo de decir “este es nuestro movimiento, si ustedes se quieren unir, únicamente se unen pero bajo todo el andamiaje, la planificación, la estrategia de nosotros y ustedes vendrían a ser uno más de este movimiento”.

No se logra, anteponen los puntos que ellos plantean a los puntos de los trabajadores en general. Los médicos han sido mucho más excluyentes y han tenido el apoyo de la población porque la han sabido manejar. Y los trabajadores nos hemos ido atomizando cada vez más; los trabajadores de la planta central con su organización, los trabajadores de determinados departamentos con su organización sindical, que como decía en un principio, esto es gracias a la política que han utilizado los gobiernos, que nos ponen a pelear entre nosotros, porque predomina la negociación con una determinada organización. Entonces los que se sienten excluidos hacen su propia organización y creo que las organizaciones y los dirigentes no hemos tenido la capacidad de poder tratar de unificar a todos. Es lo que ha sucedido realmente en el ministerio.

Como producto de una serie de políticas neoliberales, hay un debilitamiento de la clase obrera industrial, fábricas de alimentos, de maquilas, debilitamiento numérico, que conduce a un debilitamiento organizacional, donde no hay movilizaciones, no hay luchas. Y han sido más bien los trabajadores estatales, que son los que más resienten la crisis del Estado, la falta de financiamiento, los que se han movilizado, específicamente los trabajadores de educación y de salud. Entonces, esto conduce a que sea muy importante que haya unidad por lo menos en estos sectores. ¿Qué perspectivas ven ustedes para que se logre una lucha al menos coordinada en los trabajadores de salud? ¿Es posible a mediano, a corto plazo o a muy largo plazo? ¿Qué perspectiva hay para lograr luchas coordinadas?

Nosotros creemos que se debe hacer el esfuerzo. Si está difícil la unidad dentro de todos los trabajadores, todo el proletariado en Guatemala, está difícil también dentro del sistema de salud. Se están haciendo esfuerzos, lo importante aquí es que nosotros como dirigentes debemos entender que mientras sigamos con esta dinámica de cada quien tratar de mantener sus propias reivindicaciones, mantener esos espacios de poder que algunos creen haber ganado, mientras nosotros sigamos en la postura de mantener ciertos privilegios y no entendamos que sobre eso debe estar la unidad, nosotros lo vemos difícil, pero no imposible.

Se está trabajando para eso desde la perspectiva, la visión, y el análisis de unidad que nosotros como organización hemos hecho. Por eso es que hemos planteado la creación de una federación que trate de unificar a otras organizaciones que se sienten desplazadas y unirnos en este espacio, la Federación de Trabajadores de la Salud, que ya está conformada con la participación de algunas organizaciones sindicales departamentales,. Creemos profundamente en la unidad, trabajamos en eso todos los días para poder unificar a los trabajadores de salud, entendiendo las diferencias que puedan existir. Tratamos de comprenderlas para que eso nos permita el poder lograr la unidad. A un corto plazo se ve difícil la unificación total; a un mediano plazo prevemos que pueda haber una unificación importante. El gran reto aquí es la unidad, ese es el gran reto que se debe lograr. Entenderlo es importante para que se llegue a concretizar, y estando nosotros dispuestos, los dirigentes y trabajadores del Sindicato del Hospital San Juan de Dios, a que si hay que sacrificarnos nosotros como dirigentes en ceder algunos espacios y algunas conquistas para que esto se generalice y sea para todos, seríamos los primeros, en aras de la unidad de los trabajadores de salud.

¿Algo más que quiera agregar, compañero?

Agradecerles el apoyo que nos puedan brindar para poder fortalecer a la clase proletaria del país, para que entendamos nosotros que la unidad es importante, que el enemigo aquí no son los trabajadores, sino que el enemigo aquí es un sistema que nos ha empobrecido, nos ha dividido, nos ha fragmentado y que nos mantiene atados a una pobreza, en la cual se refleja en los salarios de los trabajadores y a una pobreza de entendimiento de la dinámica que se vive en el país. Gracias.