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¡LA CELEBRACIÓN DEL 20 DE OCTUBRE

ES UN DERECHO DEL PUEBLO,

NO DEL GOBIERNO REACCIONARIO DE COLOM!

Este 20 de octubre celebramos el 64 aniversario de la gesta histórica que dio inicio la revolución democrática (1944-1954) que a través los gobiernos de Juan José Arévalo y Jacobo Arbenz representan el período de las más importantes transformaciones sociales y revolucionarias que ha tenido Guatemala.

El actual gobierno de la UNE y Álvaro Colom, en un arranque de cinismo, se ha tomado la iniciativa de conmemorar la revolución de octubre con una serie de actos y eventos, pretendiendo identificarse con ella y con la intención de fondo de presentarse como un gobierno progresista similar a los de la época revolucionaria.

Los socialistas revolucionarios rechazamos tal intención de parte del gobierno y llamamos a los trabajadores, campesinos, sectores indígenas, populares y a los oprimidos de Guatemala a rechazar también a estos farsantes que se disfrazan de “progresistas” y “populares”.

A pesar de autoproclamarse como “a favor de los pobres”, en 10 meses el gobierno de Colom ha demostrado que es todo lo contrario.

Colom ha retrocedido cobardemente ante los capitalistas del Cacif cuantas veces ellos se han opuesto a medidas como el control de precios y medidas anti inflacionarias, la reforma al Impuesto Sobre la Renta, plan de siembra de granos básicos, etc. Colom y su gobierno por más que se proclamen que están a favor de los desposeídos, en realidad doblan la espalda ante los grupos de poder económico de la burguesía.

Colom está remilitarizando el país de acuerdo con el Plan Mérida del imperialismo, dándole al ejército un papel que no le corresponde en el combate a la delincuencia, aumentando el número de soldados y reabriendo bases militares. Todo esto va en contra de los acuerdos de paz.

Ha criminalizado las luchas populares, empezando por la de los campesinos de Izabal en febrero y marzo, a quienes tildó de terroristas. Colom no dudó en usar las fuerzas represivas de la policía y el ejército, que asesinaron al compañero campesino Mario Caal. Al final el gobierno envió a la zona una fuerza de 500 kaibiles.

Como parte de la represión a las luchas campesinas en esa región, el gobierno mantiene preso injustamente al compañero Ramiro Choc, primer preso político del régimen.

Colom ha recurrido en tres ocasiones a limitar las garantías constitucionales mediante el Estado de Prevención para reprimir las acciones de protesta de pobladores y trabajadores.

Por estas razones, entre muchas otras, creemos que al gobierno de la UNE le queda demasiado grande la camisa que trata de ponerse al celebrar la Revolución de Octubre. Este es un gobierno reaccionario que con acciones asistencialistas de ayuda económica a los pobres pretende a apagar el fuego de la nueva revolución que se está gestando en las entrañas de un sistema capitalista fracasado y en bancarrota.

En este 20 de octubre celebramos la gesta del pueblo guatemalteco que se sacudió la tiranía del ubiquismo e inició diez años de revolución democrática. La enseñanza más importante que debemos sacar de la revolución es que los campesinos, trabajadores e indígenas jamás deben confiar en las instituciones del Estado burgués. El principal error del gobierno de Arbenz y de las organizaciones sindicales y campesinas de esa época fue no confiar en sus propias fuerzas, en el armamento de las clases populares para derrotar a la reacción alentada por el imperialismo. La confianza en el ejército institucional y en la institucionalidad burguesa fue un suicidio que llevó a la derrota de la revolución. La formación de milicias populares y de instituciones de poder popular como alternativa para defender la revolución, conlleva necesariamente a profundizar la revolución, a un gobierno obrero-campesino y a darle un carácter socialista.

Recordamos también al compañero líder estudiantil Oliverio Castañeda de León, asesinado cobardemente el 20 de octubre de 1978 por las fuerzas represivas del gobierno militar de turno. Oliverio fue uno de los más importantes dirigentes de la oleada de luchas populares que se dieron después del terremoto de 1976, amenazando seriamente la estabilidad de la dictadura. El régimen recurrió al asesinato de los líderes para descabezar y detener el movimiento de masas en ascenso.

Este 20 de octubre llamamos a las organizaciones campesinas, sindicales, indígenas y populares, estudiantiles, partidos y grupos de izquierda a formar un frente único que de la batalla al gobierno contra las consecuencias de la grave crisis económica, la remilitarización y la criminalización de las luchas populares.

Octubre 2008


CÍRCULO SOCIALISTA REVOLUCIONARIO

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