Por Marcial Rivera

El viernes 17 de febrero se registró la primera manifestación del sector magisterial durante el nuevo gobierno del General Otto Pérez Molina. Más de diez mil maestros y maestras salieron a las calles de la ciudad a manifestarse. Ellos están aglutinados en la Asamblea Nacional del Magisterio, presidida por el dirigente Joviel Acevedo. Las maestras y los maestros están luchando, entre otras cosas, por la recuperación del pago de algunos bonos que fueron prometidos por el gobierno del otrora ex presidente Ing. Álvaro Colom y que hasta la fecha no se han hecho efectivos. Pensamos que esto se refiere al porcentaje de aumento salarial que quedó pendiente el año pasado, sobre el 8% anual de incremento que contemplaba el pacto colectivo de 4 años firmado con el gobierno de Colom.

Otra de las demandas es en torno a la Infraestructura educativa, pues existen escuelas que se encuentran en muy malas condiciones para atender a la población estudiantil y que pese a eso, las prioridades en materia presupuestaria no giran en torno a subsanar esta situación. De forma específica, puede mencionarse la exigencia del otorgamiento de becas a personas de escasos recursos económicos, el fortalecimiento de la refacción escolar, la profesionalización de la carrera docente y otras.

Lo anterior, como parte del cumplimiento de la hoja de ruta, firmada entre el gobierno y la gremial magisterial el 11 de octubre del año pasado cuando el binomio presidencial se encontraba en campaña.

Por otro lado, cabe destacar que tanto el líder de dicho movimiento –Joviel Acevedo- así como otros docentes se han manifestado a favor de entablar una mesa de diálogo en el que se discutan tanto las propuestas de campaña, como las promesas hechas en fechas anteriores. Según declaró Acevedo, “Exigimos la instalación de una mesa de diálogo como parte de los compromisos hechos por el presidente Otto Pérez y la vicepresidenta Baldetti” (Siglo XXI 18 /2 /12). Para ello han fijado una semana de plazo para que las autoridades de la cartera educativa cumplan con sus demandas.

La hoja de ruta que la ANM negociará con el gobierno contempla:

Firma del pacto colectivo con el Sindicato de Trabajadores de la Educación. Otorgar reajustes salariales cada año a todos los trabajadores del Mineduc. Fortalecer el programa de vivienda para el Magisterio. Aumento al 4.5 por ciento del presupuesto del Mineduc, en relación con el producto interno bruto. Legalizar los terrenos e infraestructura de los establecimientos oficiales. Mejorar la asignación para los programas de apoyo y refacción escolar. Reformas a las políticas educativas, y educación bilingüe multicultural. Además, los dirigentes magisteriales exigen a la ministra Del Águila que aclare sobre el posible despido de 25,082 docentes.

La respuesta de Pérez Molina a la multitudinaria movilización magisterial, fue de censurarla y  afirmar que están en su derecho y pueden manifestarse, pero después de las cinco de la tarde, “si lo quieren hacer, en horas de trabajo, cuando los guatemaltecos están haciendo un esfuerzo por pagar más impuestos, (en referencia a la reforma tributaria), para que los servidores públicos trabajen, tienen que trabajar y no estar protestando”… “si quieren protestar, después de las cinco de la tarde, cuando ya hayan cumplido con su trabajo, lo pueden hacer con toda libertad” (La Hora 17 /2/12).

La cartera de Educación informó el 22 que comenzará un proceso administrativo levantando actas en contra de maestros y maestras de 150 escuelas del interior que participaron en la marcha, como una primera llamada de atención (Siglo XXI 22/2/12).

Los acontecimientos fueron un primer pulso entre los maestros y el gobierno. La reacción Pérez Molina fue prudente por ahora, pues sabe que la intención de Acevedo es presionar para dialogar y discutir. Ambos han demostrado ser políticos hábiles. Mientras, el viceministro Alfredo García adelantó que: “Para este año el presupuesto no cubre ninguna expectativa de incremento salarial” (Prensa Libre 18/2/12)

Exhortamos a los compañeros maestros a permanecer alerta. La política del nuevo gobierno es neutralizar las luchas populares aparentando que  invierte en programas sociales; pero su límite es el presupuesto, en un momento en que enfrentaremos los efectos de la crisis económica de la Unión Europea. Las negociaciones con la dirigencia magisterial tienen un largo camino por delante. Recordemos el prolongado proceso de negociación con el gobierno de Óscar Berger. Serán necesarias muchas más acciones de presión. Llegará el momento en que el gobierno se quitará la máscara y recurrirá a la represión. Debemos estar preparados para entonces.