100 dias

Por Germán Aquino.

Desde que el FMLN se insertó como partido político en el sistema democrático burgués en 1992, ha participado en cuatro elecciones presidenciales: 1994, 1999, 2004 y 2009. Fue hasta  el 15 de marzo del 2009  que logró ganar las elecciones, porque el pueblo salvadoreño deposito su confianza y esperanzas en el FMLN y en Mauricio Funes,  rechazando así  la continuidad de los gobiernos  de ARENA.

El 1 de junio del 2009 Mauricio Funes y el FMLN asumieron el gobierno, punto de partida para exigir que las simples promesas de campaña electoral deban convertirse en realidad.

Los cien días del gobierno del Mauricio Funes

Desde 1933, siendo  Franklin Delano Roosevelt presidente de los Estados Unidos, se impuso la tradición casi universal de evaluar los primeros 100 días de cada gobierno. Mauricio Funes no podía ser la excepción. En El Salvador la Universidad Centroamericana (UCA) de los jesuitas, se encarga de realizar ese tipo de evaluaciones, Bajo los  gobiernos de ARENA, en 1994 Armando Calderón Sol obtuvo un 6. 04, en 1999 Francisco Flores obtuvo 5,76 y en el 2004  Elías Antonio Saca  obtuvo el 7.27, todos de una escala de 10

Para el propio Mauricio  Funes cien días de gobierno “no es tiempo suficiente para catalogar a un gobierno, para poner en marcha un plan de gobierno completo”. Contrario  a ello  y siguiendo la tradición se han realizado diversas encuestas para evaluar a Mauricio Funes y al FMLN. Entre estas evaluaciones podemos mencionar la  realizada por el Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP) de la UCA, que dio como resultado  una calificación a Mauricio Funes de 7.16 puntos en una escala de 10. Dicha investigación también evalúa el desempeño del presidente Mauricio Funes  teniendo que un 62.3% lo evalúa como Bueno, un 17.5%, muy bueno,  el 5.7% Malo, el 1.6% Muy malo,  y 12.9% Regular. Por otro lado  la consultora Mitofsky, le concedió un 85% de aprobación y le dan un72% de credibilidad.

La calificación de ARENA

La Iglesia Católica calificó “de positivo el trabajo de Funes en 100 días”,  mientras  para ARENA el gobierno de Mauricio Funes y del FMLN  "es un Gobierno sin rumbo, sin visión del país, carente de liderazgo, sumido en disputas interna”. Muchos de los programas sociales que el nuevo gobierno está impulsando son una continuidad de los programas del anterior gobierno. Debemos recalcar que Alfredo Cristinani, quien después de mucho tiempo en silencio tiene participación constante en los medios de comunicación, hace una diferenciación entre Mauricio Funes y el FMLN.

Ante la posición de ARENA el  Presidente Funes reaccionó diciendo que “cien días es un lapso breve para contarnos las costillas. Ellos (ARENA) nos quieren cortar las canillas para que no caminemos, tuvieron 20 años y no supieron hacer nada, el país lo dejaron a la deriva”. Reconoció haber retomado programas sociales de la administración anterior, recalcando  que “los hemos mejorado y ampliado, porque estamos buscando que todos los salvadoreños puedan verse beneficiados, no como ellos que solo favorecieron a unos pocos. Se nos quiere evaluar en apenas 100 días de gestión”. (La Prensa Grafica 08/09/09).

Más allá del asistencialismo social.

Dentro de los “logros” que  ha realizado el gobierno de Mauricio Funes y del FMLN en el plano de la salud se puede mencionar la eliminación de las cuotas voluntarias que se cobraban en los hospitales bajo la administración de ARENA,  la respuesta dada por en el caso de gripe H1N1, iniciar   la construcción del nuevo hospital de maternidad. En el plano de la educación se cuenta con la labor realizada con los maestros de EDUCO, el anuncio  de la entrega de uniformes escolares.  A nivel de la agricultura se tiene la entrega de títulos de propiedad los cuales constituyen un derecho adquirido por los beneficiados dado que muchos las han comprado  y no es donación del gobierno. La distribución de la semillas y fertilizantes para los campesinos fue objeto de protestas por parte de las organizaciones campesinas  "quienes acusaron al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) de favorecer junto a la Mesa Agropecuaria a los "clientes políticos" del Ejecutivo, y no a quienes trabajan la tierra."

También se puede mencionar  el lanzamiento de  plan anticrisis el cual tiene entre sus componentes la construcción de viviendas, el combate de la delincuencia  que implicó la incorporación de las Fuerzas Armadas. El nuevo gobierno mantiene el discurso de  combate a la corrupción, descubriendo plazas fantasmas bajo la administración de ARENA, y robos en diferentes instancias y dependencias del órgano ejecutivo; sin embargo, hasta la  fecha no se conoce que algún funcionario de ARENA este siendo juzgado por estos delitos.

Los planes de asistencia social  que desde las administraciones de ARENA  se han venido implementando y que han sido ampliados por el nuevo gobierno, sirven solo para paliar o  tapar la pobreza y no dan una solución verdadera a los problemas de la sociedad. El gobierno de Mauricio Funes y del FMLN tiene que ir más  allá del asistencialismos social y devolverle  la dignidad humana a  los sectores que viven en extrema pobreza.

Nuestra crítica y evaluación.

El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) considera que el primer desacierto de Mauricio Funes y del FMLN  consiste en permitir que  participen  en el nuevo  gobierno   sectores burgueses y  partidos de la derecha. La participación de estos en el gobierno es  contario a los intereses  de  los  trabajadores, campesinos, indígenas y demás sectores populares. Contrario al gobierno de Unidad Nacional, Mauricio Funes y el FMLN tenían que haber conformado un gobierno  de trabajadores, campesinos, indígenas y popular, pero sin burgueses. Además de la composición social del gabinete de gobierno, el   programa del  gobierno de Mauricio Funes y del FMLN no refleja los intereses de  las clases desposeídas; solo busca realizar pequeñas reformas al capitalismo, manteniendo intacto el modo de producción capitalista y su modelo económico neoliberal. La continuidad de las políticas neoliberales se puede apreciar en la construcción de represas hidroeléctricas, la exploración y explotación minera, etc.

Otros elementos a señalar es la falta de medidas que ayuden a la clase  trabajadora, campesinos, indígenas a  soportar la crisis económica. No existe un plan de protección de  los empleos ya existentes  y de generación de nuevos empleos dignos,  el control de los precios de la canasta básica. Una reivindicación muy sentida entre los trabajadores es que los salarios deben aumentar cada vez que sube el costo de la vida.

Lo que más ha ejecutado el nuevo gobierno son planes de asistencialismo social a favor de los sectores  más desposeídos, lo que no está mal pero el gobierno debería ampliar su cobertura: El desarrollo humano pasa por sacar a la gente que vive en condiciones de extrema pobreza otorgándoles un empleo y salario digno.

Consideramos incorrecta la política de endeudamiento del nuevo gobierno: al contrario, debería cargar el costo de la crisis y de los  planes de asistencialismo social  a los sectores económicamente dominantes de El Salvador. Quien gana más debe pagar más.

El  gobierno de Mauricio Funes y del FMLN ha  desarrollado una política de apertura al dialogo con todos los sectores políticos. Pero para las organizaciones sociales y el pueblo  se ha quedado solamente el dialogo sin negociación, mientras para representantes  burgueses ha pasado del dialogo a la negociación.

Otro elemento a criticar es que Mauricio Funes y el FMLN no se plantean la necesidad de convocatoria  a una  Asamblea Constituyente, para cambiar la reaccionaria Constitución redactaba bajo la guerra civil y el reinado de ARENA. La actual Constituciones antidemocrática, por lo que debe ser cambiada y para ello el pueblo debe elegir democráticamente a sus representantes.

Exijamos el cumplimiento de las promesas de campaña.

En la investigación realizada por el IUDOP de la UCA  se concluye que una de las principales tareas para el nuevo gobierno, de cara a mejorar la situación del país, es el combate a la delincuencia. En segundo lugar, el gobierno debe  crear más fuentes de empleo. En tercer lugar controlar el costo de la canasta básica. Debemos recalcar que la violencia y la delincuencia es un problema estructural producto del modelo económico y social  que el gobierno de Mauricio Funes no quiere destruir.

La clase  trabajadora , campesinos, indígenas y demás sectores populares, quienes dieron su voto de confianza al FMLN tiene  exigir que se cumplan las promesas de campaña,  que se expulsen a todos los burgueses del gobierno de Mauricio Funes y del FMLN, luchar por un gobierno  de trabajadores, campesinos, indígenas y popular y   por un programa en  beneficio de los mismos.

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