Por: Alberto Castro.

Acortándose el tiempo para las elecciones del 4 de marzo del 2018, se han dado diversas muestras del cerco interpuesto por la hegemonía generado con el inadecuado ejercicio democrático de los actuales partidos del régimen, que manipulan  a un Tribunal Supremo Electoral (TSE) hecho a la medida de cada coyuntura que tiende a favorecer a esos institutos políticos, ellos consolidan un esquema de democracia representativa reservado para las diferentes facciones burguesas, de esta manera el TSE y los partidos políticos de la burguesía han cerrado los espacios de participación política al mismo tiempo que retroceden a una vieja práctica de relaciones ad-hoc con las maras y pandillas, ahora que el Estado prepara la guerra civil en contra de ellas. Los recursos de amparos de los ciudadanos candidatos independientes ante la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia dan fiel testimonio del repelo del sistema electoral a los no partidarios, la clase trabajadora necesita prestar atención a esa situación, en aras de una lucha por abrir ese cerco, que vuelva posible que en un futuro los sindicatos puedan lanzar sus propios candidatos obreros, acto hoy por hoy imposible. Conforme a la esclerosis del problema de la violencia, esta vez los partidos han sido llamados a renegar de su vieja práctica del uso de miembros de estructuras pandilleriles en los comicios, para ello el TSE ha diseñado un plan que lo fagocite.

Las pandillas y las elecciones

El miércoles 29 de noviembre el TSE escoge al azar a más de 25 mil ciudadanos para que obligatoriamente contribuyan con el  conteo de votos en las elecciones del domingo 4 de marzo de 2018, la posibilidad de seleccionar a pandilleros es latente, por tanto está preparando un filtro, de acuerdo al magistrado Fernando Argüello Téllez, el TSE ha analizado pedir el apoyo de la Policía Nacional Civil y la Dirección General de Centros Penales, aprovechando que la PNC cuenta con un sistema llamado “neurona”. Según dijo el director de la institución, Howard Cotto, el martes 22 de noviembre en la Asamblea Legislativa, registran a 65,000 personas, sin embargo, no todos pertenecen a estructuras de pandillas.  Argüello Téllez fue claro: “Ya lo hemos pensado, tenemos que hablar con la Policía Nacional Civil como para poder darle taller. Y no solo es la Policía Nacional Civil, también con la dirección de Centros Penales... Vamos a tratar de buscar acercamiento con ellas…Nadie puede cerrar los ojos y pensar que acá estamos en una situación normal. Yo creo que el tema pandillas es sumamente grave para las elecciones, lo estamos analizando, estamos contemplando medidas que deberíamos de tomar”. Según el magistrado también el filtro debería de pasarse a todos los integrantes de las juntas receptoras de Votos (JRV), donde los partidos presentaron 66,250 miembros, pero el TSE recurrirá al sorteo de ciudadanos porque no lograron proponer a 94,422 personas que se requerían para integrar las juntas receptoras de Votos (JRV). Con esto no se garantiza la desvinculación de las pandillas con el proceso electoral, solo es un presupuesto mediático para sanear su publicidad, algo con lo que incluso la Fiscalía General de la Republica colabora, la semana pasada el Fiscal General, Douglas Arquímedes Meléndez dijo que la institución no tiene investigaciones contra políticos ligados con pandilleros.

Candidatos independientes, un engaño

El martes 21 de noviembre la Sala de lo Constitucional de la CSJ, admitió un recurso de amparo interpuesto por candidatos no partidarios contra el TSE por la vulneración a optar a un cargo público y a la seguridad jurídica. Lo que significa que la Sala tendrá que estudiar la demanda y eva­luar si el TSE violó algún derecho constitucional. La demanda se basa en que el TSE irrespetó plazos para admitir la petición de recono­cimiento de las candidaturas no partidarias que, al igual que los partidos políticos, se les debía conceder cuatro meses, y señalan que el TSE solo les dio 46 días y no 90 para devolver los libros con las firmas, por lo que consideran que el TSE omitió cumplir de forma deliberada con el calendario electoral porque  no proporcionó el formato para los libros de firmas de ciudadanos que apoyan su candidatura y se les mantuvo por más de un mes con evasivas, diciéndoles que estaban trabajando en ello. Con esto se puede observar que no existe simetría en cuanto a la participación electoral entre los candidatos independientes con los partidos, no solo por la naturaleza que ambas figuras representan, sino porque además estos últimos ostentan el monopolio de su ejercicio, facultado constitucionalmente, en ocasión de ello es necesario luchar por una reforma constitucional (art. 85 CC), y por una reforma electoral que en verdad abra el espacio de participación porque actualmente se piden requisitos casi imposible para que los no partidarios se inscriban.

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