Por: Alberto Castro

El 16 de Enero fue el 25 aniversario de la firma de los acuerdos de paz, que tuvieron lugar en el castillo de Chapultepec, México. Lo que dio lugar al cambio de la institucionalidad militarista del Estado, creándose la PNC y la Academia Nacional de Seguridad Publica, la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, se modifico la Fuerza Armada y se dio la reorganización de la Corte Suprema Justicia que dejo de supeditarse a la figura presidencial con la regulación a través del Consejo de la Magistratura.

En materia social se resolvió el conflicto armado mas no se sucumbieron los aspectos sociales que habían dado lugar a la insurgencia engendrada desde décadas anteriores, nuevos escenarios de conflictos surgieron de estos el más conocido es la violencia y criminalidad de las Maras y Pandillas. Cuando empezó la implantación del modelo neoliberal en El Salvador que estaba en una agonía histórica producto del proceso armado que culmino con un proceso revolucionario desviado y derrotado. Respecto al movimiento sindical se deben tener los reminiscente mediados de los 90’s, cuando se privatizaron muchas empresas Estatales ocasionando que muchos sindicatos se desarticularan dando lugar a otro suceso que hasta ahora existe, el surgimiento de un sindicalismo patronal pro ARENA y otro ligado al FMLN, ambos altamente burocratizados. Muchos temas fueron minimizados y olvidados después del Conflicto Armado, se fortaleció el clima de polaridad, ARENA y FMLN se convirtieron en los pilares de un nuevo bipartidismo.

Tras la pacificación interbuguesa

En el evento oficial conmemorativo de los acuerdos de paz, el presidente Sánchez Ceren dio a conocer a Benito Andión como representante de la ONU para el segundo dialogo por la paz de El Salvador, ’’en este nuevo dialogo participaran todos actores claves de nuestro país, fuerzas políticas, sectores sociales, y productivos. Para lograr nuevos acuerdos al igual que en 19992, se requiere dialogo adecuado al momento histórico, de voluntad y consenso de todos’’, expreso. Sentado esto es imperioso interpretar al presidente, que al hablar de una segunda fase de paz se refiere más al entendimiento con ARENA que al conflicto social actual donde los protagonistas son las maras y pandillas.

Sin embargo, no se descarta que abran espacios de convergencia popular donde se acuñaran las instancias que podrían abogar por las maras y pandillas. La semana pasada Benito Andión en una entrevista para LPG dijo:’’…quien está fuera de la ley debe de encontrarse la manera de que se inserte en el marco legal…el caso particular de las pandillas, hemos escuchado que las iglesias, no solamente las iglesias conversan con ellos, las ONG conversan con ellos, otros organizaciones sociales, trabajadores sociales hablan con las pandillas, porque el fenómeno de las pandillas…es un fenómeno coyuntural en el que lo que va a hacer nuestra visión y nuestro mandato es atender a las causales del fenómeno, no a los efectos del fenómeno’’.

La ONU en la “segunda fase de paz” viene a fungir como intermediario entre las organizaciones sociales que encabezaran la figura del dialogo-negociación-pacificación en materia de seguridad, pero por sobre todo esta para resolver todo lo relacionado al tema fiscal, pensiones, prestamos, etc., donde el FMLN y ARENA sostienen impases, su función principal es la de mediar, facilitar y conciliar a las fuerzas políticas interburguesas.

¿Que pueden esperan los sindicatos de a CSS?

El Salvador tiene problemas fiscales graves sumado al bajo crecimiento económico anual que es el más bajo en Centroamérica (2.5%), los gatos superan a los ingresos, por lo que el GOES frecuenta a los préstamos para cumplir con el pago, la actual efervescencia de luchas de los trabajadores públicos se desprenden de la terrible situación económica y fiscal del país, a la que el FMLN para resolverla se ha alineado en favor de los dictados FMI del 2016, fuente de las resistencia de los sindicatos y está buscando mayores entendimientos con la derecha apoyándose en últimas instancias en la ONU. La segunda fase de dialogo de ya se pinta de exclusiva, mientras no se atiendan las exigencias de los sindicatos no hay validez a ningún proceso falso de paz. En tales circunstancias el funcionario de la ONU sobre la conflictividad laboral actual en caso de intervenir es de esperar que busque atomizarlas más no a resolver las demandas.