Por Alberto Castro

La semana pasada nuevamente el FMLN y ARENA no pudieron establecer acuerdos respecto al tema fiscal. El tiempo es sofocante para el GOES quien necesita con urgencia el aval de ARENA para la emisión de los $1,200 millones en títulos de valores que requiere para pagar LETES, reforzar la caja fiscal y el presupuesto (deuda de corto plazo).

Ante tales circunstancias el FMLN recurrió en última instancia a traspasar los puntos de la mesa fiscal hacia la Asamblea Legislativa, en busca del respaldo de GANA, viejo aliado que el próximo mes asumirá la presidencia de este órgano de Estado. Al partido GANA le están cobrando factura por las anteriores alianzas con el FMLN (caso Saca). Es así como los puntos de la mesa fiscal se han trasladado al seno de la Comisión de Hacienda de la Asamblea Legislativa. Este viraje comenzó cuando Lorena Peña convocó sorpresivamente a la Comisión de Hacienda y justificó su decisión, diciendo que “como estamos entrando al túnel del impago, la ciudadanía debe conocer los debates, no puede ser a oscuras”.

En contraparte, Ana Vilma de Escobar, de ARENA, rechazó la sorpresiva convocatoria: “Hoy aparece un documento del FMLN que no lo conocíamos… Me pregunto si la falta de acuerdo no es más bien al interior del FMLN. El partido no parece que respalda las propuestas de su propio presidente…“Esta situación nos saca totalmente del esquema, todavía no entiendo. Se iba avanzando lentamente, pero se iba avanzando, no puede decir el FMLN que ARENA no estaba colaborando”.

Presiones de la embajada gringa

Jean Manes, embajadora de los EEUU dio un ultimátum al bipartidismo, justamente unas horas antes de las elecciones que dieron el triunfo a Trump. “Es decepcionante que todavía no haya acuerdo fiscal. Tal vez es hora de que se reúnan en una sala y no salgan hasta que haya humo blanco”. Obedientemente, el presidente Salvador Sánchez Cerén, el día martes convocó a una reunión de emergencia. Así volvió a la vida la mesa fiscal, pero esta vez bajo mayor presión y observación yanqui. Luego de tres horas de reunión, representantes del gobierno del FMLN y ARENA no aterrizaron en un acuerdo en tema fiscal y la reunión siguió el miércoles, donde el logro parcial fue la aprobación de la emisión de $550 millones en bonos.

En la mesa fiscal únicamente están las propuestas del FMLN y ARENA, las dos caras de la institucionalidad política de la clase burguesa. Pese a ciertas variaciones sobre los puntos de discusión, ambos partidos reflejan el pulso de la democracia burguesa, es decir, entre los pilares del bipartidismo no existen conflictos antagónicos, lo cual convierte a la mesa fiscal en un instrumento de consenso entre la burguesía en su conjunto. El proletariado y pueblo salvadoreño están fuera de estas negociaciones.

Lo que se discute en la mesa

Esta mesa tiene como juez al FMI. Después de su visita en junio, el FMI dictó sus políticas criminales al Gobierno, como el intento de poner freno al escalafón en salud, Ahora bien, en la mesa el FMLN ha propuesto una Ley de Responsabilidad Fiscal que deje recursos al Estado para la continuidad de los programas de asistencia social, ya que estos le aseguran la retención de su base social, pero ARENA lo ha rechazado, pasando a la ofensiva, proponiendo un límite a la deuda flotante y reducir la cobertura social del Estado. El FMLN propone una reducción gradual del déficit fiscal, un ajuste fiscal del 3% en cinco años. ARENA propone tres años.

Para el caso del presupuesto 2017 las discrepancias rondan alrededor de la seguridad social. Los tricolores han exigido un presupuesto con todas las obligaciones del Estado, contra la propuesta de los rosados de aprobar un presupuesto financiado con ingresos corrientes. El punto más debatido hasta el momento sigue siendo la emisión de los $1,200 millones en títulos, que solicita el GOES y la aprobación de Leyes contra la evasión fiscal, en donde ha habido un avance parcial. ARENA ha accedido a soltar $550 millones, el FMLN ha aceptado dicha propuesta puesto que requiere cancelar parte de la deuda de corto plazo.

No obstante, no abandona la solicitud de los $1,200 millones. Lo más oscuro dentro de esta negociación es la propuesta de ARENA de un crédito contingente con el FMI o cualquier otro organismo. En 2003 el FMI suprimió las Líneas de Crédito Contingente (LCC) por lo que ya no puede ser utilizado, pero de llegarse a un acuerdo de este tipo, daría lugar a préstamos entre el Estado y el Banco Mundial. El FMI sería el encargado de consolidar la deuda con dicho acreedor en caso de que el país no pueda pagar deuda desde corto a mediano plazo, ya que este organismo seria el recaudador de la deuda. Un pacto fiscal en el fondo sería un acuerdo del Estado con el FMI. Por lo tanto, todas las organizaciones sindicales deben orientar la actual lucha por la defensa tanto del escalafón, salario mínimo y seguridad social, en la perspectiva de evitar que se firme un acuerdo del país con el FMI. Ello indica que se debe vigilar todo lo que acontezca en la mesa fiscal.