Por José Abimael Sánchez

La Universidad de El Salvador (UES) actualmente está enfrentando una crisis administrativa y financiera, en momentos en que a lo interno está en periodo electoral y a nivel de la república se está en un periodo preelectoral presidencial. Agregado a esto, los partidos tradicionales de derecha y los empresarios buscan que sean incorporados entre los asocios públicos privados ciertos rubros que han quedado fuera.

UES sin recursos financieros para funcionamiento

El Consejo Superior Universitario (CSU), como uno de los órganos de mayor autoridad ha definido que la UES actualmente pasa por una crítica situación presupuestaria, teniendo un desfinanciamiento de NUEVE MILLONES QUINIENTOS CUARENTA Y TRES MIL OCHOCIENTOS SETENTA Y UNO 28/100 DOLARES ($ 9,543,871.28), lo que le ha imposibilitado el pago de salarios a los trabajadores en el último trimestre del año, atentando contra los intereses la clase trabajadora universitaria y el sector estudiantil.

Autoridades deben apelar a la movilización para exigir mayores recursos

Actualmente el gobierno, como parte de la política del imperialismo y a manera de asfixiar y de hacer ver como deficientes a muchas instituciones del Estado, sobre todo a aquellas que brindan servicios que pueden ser parte de los asocios públicos privados entre ellos educación, no está asignando los recursos financieros necesarios para el buen funcionamiento de estas instituciones, argumentando falta de recursos financieros. Sin embargo, se gasta grandes cantidades en otras dependencias del estado o se construye infraestructura en función de los intereses del capitalismo.

La maniobra del gobierno ha sido decirle sí al aumento de salarios a los trabajadores administrativos y docentes de la UES, pero no asigna los recursos necesarios para ello, ya que del “monto, $8.7 millones corresponden a la aplicación del aumento del 100% al escalafón universitario (aprobado en 2003) que no fue consignado dentro del presupuesto de este año. Y el resto, es decir, $832,431 corresponde a cubrir el incremento de $50 a los trabajadores cuyos ingresos son menores a $700. Ante la falta de fondos para pagar, y por recomendación técnica del Ministerio de Hacienda, la UES reprogramó su presupuesto para sostener el escalafón, con la promesa que se reintegraría la cantidad en los últimos meses del año.” (El Mundo, 20/9/2013).

Actualmente el CSU está solicitando al Presidente Funes, a la Asamblea Legislativa, y a los Ministros de Hacienda y de Educación “… La asignación presupuestaria de DOCE MILLONES SEISCIENTOS VEINTISEIS MIL DOSCIENTOS SETENTA Y UNO 28/100 DÓLARES ($ 12.626,271.28)”, los que servirán para aplicar la Ley de Salarios en su totalidad en el 2013, pago de servicios básicos, becas estudiantiles y suplir el déficit generado en el rubro 54 (Bienes y Servicios). De igual manera solicitan   la aprobación de un presupuesto justo y adecuado a las actuales necesidades de la Universidad de El Salvador para el año 2014.

Todos a luchar por mayores recursos para la UES

Las autoridades de la UES deben presionar al gobierno y llamar a la movilización de toda la comunidad universitaria para exigir mayores recursos para la misma, y no permitir la incorporación de los servicios educativos en los asocios públicos privados. Muchas organizaciones podrían cuestionar la lucha por mayores recursos para la UES, dado que a su juicio estos son mal administrados o solo son para aumentos de salarios; ello no debe ser motivo para mantenerse inactivos y no luchar, ya que sí existe la necesidad de mejorar la calidad educativa, aumentar la cubertura, mejorar la infraestructura, etc., pero también es necesario que los trabajadores tengan salarios que aseguren un nivel de vida digno.

Por lo tanto, estudiantes y trabajadores deben luchar unidos pero mantener su independencia respecto a las autoridades. Luego deben ser garantes de la buena administración y asignación equitativa de los recursos en relación con los diferentes sectores que conforman la comunidad universitaria. Así mismo se debe exigir la incorporación de representantes de organizaciones de trabajadores, estudiantes y organizaciones sociales en los órganos de gobierno