Dentro de la agenda establecida por el rector interino, Francisco Herrera, para los seis meses que durará su estancia en la UNAH, está el acercamiento inmediato a los distintos sectores que se han manifestado durante la crisis: con el Movimiento Estudiantil Universitario (MEU), en primera instancia.

Luego tiene programado reunirse con los sectores en descontento que nacieron como grupos de choque u oposición del MEU: el Bloque Amplio Universitario (BAU); la Comisión Estudiantil Universitaria (CEU) –que está compuesta por estudiantes de derecho que reniegan de los pasos y determinaciones que han tomado los dirigentes en su carrera. Se reunirá también con los Frentes históricos, que en resumidas cuentas, han aparecido en el conflicto tomando posición de un bando y otro, como es el caso del FUR, BARM, FUUD, y demás frentes, con las autoridades, y el caso excepcional del FRU.

Las jornadas de acercamiento llevadas a cabo por el nuevo rector comenzaron el 30 de septiembre con algunos representantes del MEU, y luego con representantes de la FUR el 2 de octubre. El pasado 3 de octubre fue el último acercamiento entre el rector y estos sectores en Ciudad Universitaria; y al parecer los acercamientos se extenderán hasta los centros regionales –luego del feriado morazánico.

Los judicializados no son un tema prioritario para el rector Francisco Herrera

El pasado 27 de septiembre se llevaron a cabo las audiencias en el Colegio de Abogados de Tegucigalpa, para los compañeros que fueron detenidos en el desalojo del viernes 8 de septiembre en la UNAH. Compañeros pertenecientes a movimientos independientes, estudiantes de Historia, Sociología, y otras carreras combativas fueron “enchachados”, y encerrados en celdas de la posta policial del Core 7 de Tegucigalpa.

También varios compañeros de ingeniería fueron golpeados en este violento desalojo, en donde hasta a defensores de derechos humanos se les lanzó gas pimienta en su rostro. Todo un escándalo que dejó conmocionada a la comunidad universitaria y al país.

Julieta Castellanos, como rectora de la Universidad, en toda su gestión –logró llevar a los juzgados a más de 170 estudiantes a nivel nacional–, dejó por sentado que, simplemente, al haber estudiantes rehenes se puede llegar a un equivalente en las negociaciones. Mientras exista el conflicto en la Universidad es necesario negociar con intercambios en la mesa. Y esta estratagema la seguirá utilizando, mientras le sea posible, el nuevo rector Francisco Herrera, quien no ha dado declaración consistente sobre el tema de los criminalizados.

La audiencia que se les hicieran a los compañeros el 27 de septiembre, tuvo como resultado la prisión preventiva para Marcio Silva, estudiante de psicología; sobreseimiento definitivo para algunos, y auto de formal procesamiento para otros. Siendo el “delito” por el que se les acusaba a varios de ellos, la “usurpación”, como si los estudiantes pueden usurpar sus propias aulas.

El objetivo del rector interino es pulverizar al movimiento estudiantil

A Francisco Herrera le tocó asumir la rectoría de la UNAH en un momento de quiebre y fragilidad del movimiento estudiantil, en donde las derrotas a secas han dejado mal parado al MEU ante la mayoría de estudiantes universitarios: con el anteproyecto de ley, que fue trastocado por los mediocres congresistas, quienes mandaron a volar la propuesta del Gobierno Universitario Provisional, desmantelando así el último programa de la dirigencia del MEU; las tomas de edificios, que se convirtieron en un método fallido en el preciso momento en que la mayoría de los estudiantes no acuerparon dicha acción; el fracaso de la dirigencia del movimiento al forzar la opinión general de los estudiantes en las asambleas, como el caso de la asociación de derecho; etcétera.

Julieta Castellanos dejó establecidas las pautas a la nueva administración de Francisco Herrera, para que la derrota del movimiento estudiantil se fraguara en esta nueva etapa en que transcurre hoy día. El tema de las elecciones estudiantiles mantiene en un constante ajetreo a los dirigentes del MEU, quienes ya empiezan a atacar cualquier protagonismo que les haga competencia, como los movimientos independientes, por ejemplo. Las asociaciones de carreras no son instadas a convocar a asambleas estudiantiles; y el nefasto vinculo de la mayor parte de la dirigencia del MEU al partido Libre (ahora la Alianza) genera incertidumbre en los pasos que ahora en adelante seguirá el movimiento estudiantil. Quizá la estrategia del nuevo rector se condense en la “espera” del total fraccionamiento del MEU, pero no es una espera pasiva, sino que trabaja arduamente para consumar la meta establecida por Julieta Castellanos

Estar vigilantes en las Asociaciones de carreras y volver a las asambleas estudiantiles debe ser una prioridad

En anteriores Declaraciones sobre el tema de la lucha estudiantil universitaria, el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) hemos instado al regreso inaplazable de las asambleas estudiantiles, creemos que uno de los reductos principales en donde la política interna del movimiento estudiantil se construye, es en estos espacios de discusión de cada carrera.

La fragmentación del MEU se agudiza, precisamente, por no llevar a cada espacio asambleario la problemática, la explicación de las etapas por las que ha pasado el movimiento, y construir democráticamente los balances necesarios, que orienten hacia verdaderas estrategias.

Quién debe pormenorizar en los pasos, aciertos o errores, que ha dado el movimiento estudiantil son los propios estudiantes reunidos en asambleas, no grupos vanguardistas que asumen por cuenta propia, sin mandato democrático alguno, la representación irrestricta de su carrera, en cada espacio. Las asociaciones de carreras tienen esa gran tarea en estos momentos: vigilar que cada Junta Directiva respete la decisión de la mayoría de estudiantes; que se respete de igual forma la integridad estatutaria de las asociaciones, pues los casos de modificaciones –o derogaciones– precipitadas (sin la necesaria discusión democrática) de reglamentos y estatutos, suelen conllevar el reinicio de procesos ya consumados, lo que significa botar a la basura lo ya trabajado: por ejemplo en Filosofía y otras carreras, en donde el peso del oportunismo terminó degradando esfuerzos organizativos irrecuperables.

La pasividad de las Asociaciones de Carreras puede convertirse en el aliciente más añorado por el rector interino y su administración. La lucha del movimiento estudiantil no puede terminar en la celebración de elecciones estudiantiles, reiteramos que todavía se encuentran pendientes varios temas sin resolver, como el de las normas académicas; la pronta aplicación gradual de cobros en la UNAH; la pérdida gradual de la autonomía debido al ingreso ya recurrente de los aparatos represivos del Estado; y el cese de una vez por todas, de la criminalización de estudiantes. La representación estudiantil es apenas uno de los grandes puntos de lucha, no es el único.

Un movimiento estudiantil organizado debe luchar contra el intento reeleccionista de JOH

No ha sido novedad alguna el hecho de que los diputados del Congreso Nacional, a quienes la conducción del MEU erróneamente les ofreció en bandeja de plata la solución del conflicto en la UNAH, arremetan a diestra y siniestra nuevamente contra el Movimiento Estudiantil; y más que todo, con la simbólica capucha que portan la mayoría de compañeros en calidad de protesta, y también por un asunto de seguridad, ya que la persecución selectiva ha sido un distintivo notorio en el régimen de Julieta Castellanos y seguramente bajo el nuevo rector Francisco Herrera.

El lunes 9 de octubre, en la apertura de campaña que hicieran los nacionalistas de su ilegal candidato Juan Orlando Hernández, se dio a conocer sin excusa alguna la desafiante política que tiene el Congreso y el ejecutivo para con el movimiento estudiantil: señalaron de caóticas las acciones de protesta que han llevado a cabo los compañeros en los distintos enfrentamientos con la policía, con ello están creando un nuevo ambiente de agresiones contra los estudiantes, justificando los procesos penales contra los estudiantes-rehenes

Los encargados de dicha apertura de campaña, elaboraron una actuación en donde se representó a los compañeros encapuchados del movimiento estudiantil como monigotes de Libre, y fieles causantes de la problemática del país. Este tipo de manifestación alusiva al movimiento estudiantil denota una afrenta no declarada todavía entre el gobierno nacionalista y el movimiento estudiantil. Aunque en el movimiento estudiantil convergen diferentes posturas ideológicas, es necesario dar por sentado que el bipartidismo, y más que todo el gobierno cachureco, no cesará en su intento de encarcelar y desaparecer cualquier protesta de parte de la juventud que lucha contra la reelección.

De tal manera que ya se vuelve necesario insistir, en que forme parte del programa del movimiento estudiantil, una postura primeramente en contra de la reelección del gobierno cachureco, seguido de una amplia jornada de protestas que materialicen el descontento generalizado en la población estudiantil. Las elecciones de Noviembre se acercan, y no podemos estar en calidad de expectantes de lo que pueda pasar en el país si se reelige JOH. El movimiento estudiantil tiene que estar ya a un paso de tomar un cariz más antigubernamental si es necesario, pues los intentos dictatoriales de JOH no pueden encontrarnos sentados y a la espera de una incontenible represión, persecución y desaparición, tal como en el tiempo de Carías, donde dieciséis años asolaron la libertad de muchos jóvenes.

Centroamérica, 9 de Octubre del 2017

Secretariado Ejecutivo Centroamericano (SECA)

Partido Socialista Centroamericano (PSOCA)