Han pasado seis años desde el golpe de Estado del 2009, que derrocó al gobierno de Manuel Zelaya. El resultado fue aterrador: Más de 300 mártires, decenas de miles de familias llevadas bajo la línea de pobreza, miles de empleados públicos despedidos, la desindexación de los salarios, la indexación de la inflación y la devaluación constante de la moneda en relación al dólar. La factura que la oligarquía le cobró al pueblo todavía no ha sido cancelada. Muchos han muerto por la angustia de perder sus escasos bienes y la incapacidad de pagar eternas deudas. Los asesinatos y la violencia permanecen incontrolables, a pesar que el gobierno actual de Juan Orlando Hernandez (JOH) afirma haber reducido en 15 %.

Responsables por acciones y otros por omisiones

Los golpistas son los principales responsables de la situación actual, pero también tiene alta responsabilidad las dirigencias que no tuvieron la estrategia correcta para derrocar al gobierno de Micheletti y revertir la situación creada por el golpe de Estado. Uno de los acuerdos secretos que el gobierno de Porfirio Lobo y Manuel Zelaya tomaron bajo la mesa de negociaciones del Acuerdo de Cartagena, fue desmovilizar a las bases del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) y llevarla a la participación electoral cada cuatro años. Con la desmovilización del FNRP, las instituciones del Estado burgués superaron la crisis, se consolidó el golpe de Estado y prosiguió la destrucción de sindicatos y gremios, revirtiendo las históricas conquistas de los Estatutos (la más importante conquista del magisterio, el Estatuto Docente, fue destruido), seguido a esto se vino la eliminación de conquistas salariales y sociales, luego los despidos masivos y la venta disfrazada de las instituciones públicas como HONDUTEL, ENEE, SANAA y la enajenación de la soberanía nacional con la creación de las ZEDE.

El ataque contra las conquistas sociales y económicas de los trabajadores ha sido permanente. El Partido Nacional, primero con el gobierno de Porfirio Lobo y ahora con el gobierno de JOH, fue controlando paulatinamente toda las instituciones del Estado, siempre con el apoyo total de los diputados del Partido Liberal (PL) y los llamados partidos bisagras como el Partido Demócrata Cristiano de Honduras (PDCH) y Unificación Democrática (UD). Al controlar toda la institucionalidad burguesa, el Partido Nacional se impuso en las elecciones generales del 2013.

De tal forma que en seis años un nuevo sector político ha emergido como nueva burguesía, ligado al Partido Nacional y con JOH como su máximo referente. Este nuevo sector ha desplazado de los oscuros negocios de las contrataciones con el Estado a los viejos dinosaurios, y se ha puesto al frente en los multimillonarios negocios a costa del erario público. Todo la tragedia que vive el pueblo de Honduras, agudizada por los efectos del golpe del 28 de junio de 2009, no hubiera sido posible sin el apoyo total y consiente de los diputados del Partido Liberal, los que han apoyado al Partido Nacional en todas las leyes que se aprobaron en el gobierno de Porfirio Lobo y la mayoría de las que se han aprobado desde el 27 de enero del 2014.

Con los resultados de las elecciones de noviembre del 2013, en el que el Partido Nacional solo logró apenas 48 diputados de 128 que conforman el Congreso Nacional, ilusoriamente muchos creyeron que se conformaría un bloque de oposición que frenaría las ambiciones de JOH por mantenerse junto al PN en el poder de manera indefinida. No obstante, con maniobras y prebendas JOH se ha impuesto en el Congreso Nacional y se ha salido con las suyas, exceptuando la decisión de darle rango constitucional a la Policía Militar del Orden Público (PMOP), logrando que le aprueben toda su agenda legislativa, incluyendo la del nuevo sistema de seguridad social.

La corrupción: detonante de las nuevas movilizaciones

En el segundo semestre del año 2014 el escándalo de corrupción más grande en el país salió a la luz pública. Posteriormente, en mayo del 2015 han salido públicamente los documentos que involucran directamente al Partido Nacional y varios de sus dirigentes en el saqueo de más de 7,000 millones de lempiras (unos 333.33 millones de dolares). Este saqueo al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), ha provocado la muerte de unas 2888 personas por falta de medicamentos, tratamientos o la práctica de exámenes por la falta de los materiales necesarios, así como el constante calvario de los jubilados.

La filtración de esta importante información en los medios de comunicación, refleja la existencia de un sector burgués que apoya el proyecto bonapartista de JOH y también otro que se le opone, incluso dentro de su propio Partido Nacional. Sectores burgueses ligados al Partido Liberal, se han unidos a estos sectores ligados al Partido Nacional, estableciendo una alianza que se apoya y alimenta el bloque de oposición parlamentaria (PL, LIBRE, PAC), conformando un amplio bloque opositor que inició las movilizaciones contra la corrupción.

La denuncia del latrocinio ejecutado por la dirigencia del PN, fueron el detonante de las movilizaciones y plantones condenando el saqueo del IHSS y exigiendo justicia. Las movilizaciones comenzaron de forma muy débil, pero fueron aumentando a medida que la filtración de documentos provoca la indignación de la población, especialmente en la clase media, duramente golpeada por las políticas económicas de JOH. Manipulando el justo sentimiento de lucha contra la ancestral corrupción de los gobernantes de Honduras, la meta de este sector burgués, no es el derrocamiento del gobierno de JOH, sino obligarlo a negociar algunos cambios en el régimen político.

La encrucijada de la marcha de las antorchas

Para mostrar musculo en las movilizaciones, el sector burgués opositor levantó inicialmente la consigna de “Fuera JOH”, la que ha sido abandonada paulatinamente para levantar consignas generales como “justicia” y lucha contra la “corrupción”. Sin embargo, a pesar de las siniestras intenciones de los organizadores de las marchas de las antorchas, estas reflejan un claro y progresivo descontento de la población contra el actual gobierno y la corrupción, el negocio tradicional y común de los capitalistas en Honduras y Centroamérica

Debemos señalar algunas diferencias importantes entre las movilizaciones contra el golpe de Estado y las marchas de las antorchas. Las primeras tenían la clara consigna de tumbar al gobierno de Micheletti y de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente. La dinámica de la movilización amenazaba al sistema capitalista y por eso la mayoría de los empresarios cerraron filas a favor del golpe de Estado. Había una conducción pública y reconocida, el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP). Las masas populares lucharon increíblemente, hasta el cansancio, quienes se rindieron políticamente fueron los dirigentes del Zelayismo, al firmar los Acuerdos de Guaymuras y Cartagena.

Las marchas de las antorchas reflejan hasta el momento el descontento y la movilización de la clase media y los estudiantes universitarios, aunque gocen de la simpatía de sectores populares. Sus organizadores son los desconocidos “jóvenes indignados”, que en realidad son algunos de los organismos de la sociedad civil, fachada del sector burgués que forcejea con JOH.

Como era de esperarse, el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP) dio la voz de alarma sobre el peligro que encerraban las marchas de las antorchas, lo mismo hizo el gabinete económico. Y casi al unísono, todos los dirigentes burgueses opositores han comenzado a bajar el tono, abandonando la consigna de “Fuera JOH”, por consignas generales contra la corrupción, o por exigencias al Ministerio Publico para que actúe en tal o cual sentido. Existe el inminente peligro que las marchas de las antorchas sean encauzadas dentro de la actual institucionalidad burguesa.

La promesa de un Dialogo Nacional entre el gobierno de JOH y la oposición burguesa, también ha ayudado a bajar el tono y la intensidad de la marcha de las antorchas. En los principales medios de comunicación los dirigentes burgueses opositores discuten las condiciones del Dialogo Nacional, aunque este todavía no se concretiza.

Las maniobras del Partido Nacional

Para contrarrestar las marchas de las antorchas, el gobierno de JOH ha movilizado a la base del PN, las que llevan como consigna “caiga quien caiga”, y de la lucha contra la corrupción y su apoyo al Gobierno. JOH también creó la Comisión Multipartidaria del Congreso Nacional, la que presentó un informe que fue firmado por los representantes de todos los partidos de oposición, que por cierto reafirmó lo ya se conocía.

El informe de la Multipartidaria se utilizó para reactivar nuevamente los casos judiciales penales de la Cuarta Urna y otros. Este informe fue utilizado por la Fiscalía y la Corte Suprema de Justicia para lanzar una ofensiva judicial contra algunos dirigentes de la oposición, de tal forma que el ex ministro de la presidencia en el gobierno de Manuel Zelaya, Enrique Flores Lanza, se le ha dictado auto de prisión preventiva y se le emitió una orden de alerta internacional. Sin lugar a dudas, JOH utiliza el control del poder judicial para torcer el brazo a sus adversarios.

Pero también hay circo mediático. La Fiscalía ha acusado a la vice presidenta del Congreso Nacional y lidereza emergente del PN, Lena Gutiérrez, junto a su padre y dos hermanos, lo que confirma las contradicciones al interior del Partido Nacional. De esta forma, JOH da la impresión de luchar parejo contra la corrupción, apropiándose de una parte de las banderas de lucha de la oposición, castigando a quienes osan oponerse a sus planes.

¿Qué representaría la creación de una CICIH?

Salvador Nasralla, máximo dirigente del PAC, fue el primero que lanzó la propuesta de creación de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Honduras (CICIH), en un intento de copiar la experiencia de Guatemala, que permitió la renuncia de la vice presidenta Roxana Baldetti.

Recientemente la consigna a favor de la creación de la CICIH se ha vuelto la consigna central de las marchas de las antorchas. Todo el bloque de oposición burguesa está a favor de la creación de la CICIH, con algunas pequeñas diferencias de matices. El ex ministro Flores Lanza ha pedido ser juzgado por esta CICIH.

La corrupción generalizada y la imparable violencia en Honduras están haciendo perder la brújula a la mayoría de la izquierda, que ven con simpatías la creación de esta CICIH. Existe algún grado de resistencia del gobierno de JOH a crear la CICIH. Entonces, tenemos una situación sumamente contradictoria.

Por un lado, el bloque de oposición burguesa y las masas de clase media que salen a protestar, anhelan el arribo de un salvador supremo, que salve a Honduras de la corrupción y la violencia, y por eso confían en organismos internacionales, obviando que son instituciones controladas por el imperialismo norteamericano. Detrás de este bloque, tenemos al gobierno de los Estados Unidos manejando sutilmente los hilos, presionando a todos los niveles por cambios profundos dentro del aparato del Estado, antes que la situación se vuelva ingobernable. Con esta posición el gobierno de Estados Unidos entra en roces con su gran agente: el gobierno de JOH. Por su parte, este quiere demostrar que puede luchar solo contra la corrupción, sin necesidad de árbitro internacional que lo controle y vigile y por eso intensifica la persecución contra los implicados en la corrupción, contra los carteles locales, etc. Estos roces no significan que JOH se ha vuelto antiimperialista, ni nada parecido, sencillamente el gobierno de JOH y los altos mandos militares no quieren perder el monopolio del poder, temen que ocurra algo parecido a Guatemala porque de una u otra manera todos, absolutamente todos, están involucrados en mayor o menor medida en el saqueo del Estado.

La presión social ejercida por las marchas de las antorchas ha obligado al gobierno a reacomodarse: JOH anunció recientemente un Dialogo Nacional por sectores, y la conformación de un Sistema Integral Hondureño de Combate a la Impunidad y la Corrupción, conformado por “una unidad de supervisión y apoyo al Ministerio Público integrada por fiscales hondureños e internacionales de prestigio y comprobada experiencia”. (La Prensa, 23/6/2015)

Esta es una manera gradual y progresiva de imponer un organismo como la CICIH, pero dejándole todavía una gran autonomía a las instituciones represivas del Estado, al mismo tiempo que intenta desmovilizar a la clase media enardecida.

Los trabajadores y el pueblo de Honduras no podemos confiar en árbitros internacionales, que son controlados por el imperialismo norteamericano. Los únicos que pueden luchar efectivamente y erradicar la corrupción son los trabajadores organizados, a través del control obrero en todas las instituciones del Estado y dentro de las empresas privadas.

La clase trabajadora debe ponerse al frente

Hasta el momento los grandes ausentes en estas jornadas de lucha contra la corrupción y saqueo del IHSS, han sido los sindicatos y las centrales obreras. La ofensiva permanente de JOH contra las conquistas laborales y el empleo, más la actitud abyecta de una buena parte de la dirigencia sindical, han impedido que sean los trabajadores quienes encabecen y dirijan las movilizaciones.

Los dirigentes de las centrales obreras tienen representantes en la Junta Directiva del IHSS, pero nunca levantaron sus voces para denunciar las anomalías y la corrupción. Estas actitudes omisivas acrecientan la desmovilización de los trabajadores. Es hora que la clase trabadora asuma el rol que le corresponde en la lucha democrática contra la corrupción. Hasta ahora los dirigentes de las Centrales Obreras promueven de forma cómplice, el inicio de un diálogo nacional, contribuyendo a la desmovilización de las marchas de las antorchas.

Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA), llamamos a los trabajadores a exigir a las dirigencias sindicales y de las centrales obreras, a jugar un rol activo en estas movilizaciones. Llamamos a conformar una Coordinadora Nacional de Sindicatos que combine la lucha contra los despidos en la ENEE, por la defensa del salario y las conquistas laborales, con la lucha democrática contra la corrupción.

La solución contra la corrupción es la aplicación del control de los trabajadores en todas las instituciones del Estado y de las empresas privadas, para controlar los ingresos y gastos y detectar los negocios oscuros.

El 28 de junio los trabajadores a marchar unidos

El PSOCA llama a los trabajadores y al pueblo de Honduras a movilizarse este 28 de junio junto al FNRP condenando el golpe de Estado y su secuela: el gobierno de JOH.

1.- Vayamos a la marcha a emplazar a los diputados de los partidos de oposición para que sean consecuentes, que sumen votos y monten el Juicio Político a JOH e inmediatamente convoquen a una Asamblea Nacional Constituyente.

2.- La agitación de la clase media está despertando a los trabajadores. En cierta medida, están quedando en el pasado los efectos de la derrota de la lucha contra el golpe de Estado. Desde los sindicatos y demás organizaciones campesinas y populares debemos convocar a un Paro Cívico Nacional de 24 horas en rechazo al saqueo del IHSS y contra la corrupción generalizada dentro del gobierno y demás instituciones del Estado. Este Paro Cívico Nacional debe tener como una reivindicación central la solidaridad con los trabajadores de la ENEE, exigiendo alto a los despidos

3.- Los trabajadores a través de sus organizaciones y centrales sindicales deben colocarse al frente de la lucha y aplicar el control obrero a nivel nacional. Ese es el camino para evitar que la lucha contra la corrupción sea traicionada en el Dialogo Nacional por sectores que ha montado el gobierno de JOH

4.-Repudiamos los intentos de crear una CICIH, así como la implementación gradual del Sistema Integral Hondureño de Combate a la Impunidad y la Corrupción, porque no sirven para luchar a fondo contra la corrupción, sino que entregan la soberanía nacional y la toma de las principales decisiones del país a la voluntad e intereses del imperialismo norteamericano. El bloque de oposición anhela la CICIH para contener a JOH, pero en realidad solo los trabajadores y el pueblo podemos detener el proyecto bonapartista de JOH, no existen salvadores supremos.

Centroamérica, 25 de Junio del 2015

Secretariado Ejecutivo Centroamericano (SECA)

Partido Socialista Centroamericano (PSOCA)

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