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¡QUE LA CRISIS ECONÓMICA, EL ALZA DE LOS ALIMENTOS Y DEL PETRÓLEO LA PAGUEN LOS CAPITALISTAS!

Por Alberto Ramírez

El Presidente de la República, Oscar Arias, declaró en el mes de abril que: “Vienen dos años de vacas flacas”[i] en el país. Lo anterior significa que los trabajadores, campesinos y sectores populares estarán en una situación económica muy difícil hasta el año 2010. La crisis financiera económica en los Estados Unidos, el incremento continúo de los precios de los alimentos y del petróleo están afectando directamente y con mucha fuerza principalmente a los asalariados. El aumento inflacionario acumulado interanual (mayo del 2007 a mayo del 2008) fue del 12%, mientras que la inflación de los primeros cuatros meses del año llegó al 5,08% y, probablemente se ubique en un 7% en el primer semestre del presente año. Los precios de los alimentos internacionalmente subieron un 53% en los primeros cuatros meses del año y esto se refleja directamente sobre los precios nacionalmente.

El gobierno de los hermanos Arias para, supuestamente, enfrentar la crisis alimentaria ha tomado un conjunto de medidas, entre las cuales, se encuentra el llamado plan alimentario que consiste en destinar 44 mil millones de colones para crédito, insumos, comercialización, seguros de cosechas, infraestructura y ayudas económicas directas a grupos vulnerables. Asimismo, el gobierno anunció un paquete de 7 mil millones de colones para estimular la producción de granos básicos como el arroz, frijoles y maíz blanco. Más de mil campesinos recibirán módulos conteniendo semillas e insumos para la siembra de media hectárea de granos básicos para el autoconsumo.

En cuanto al alza de los combustibles detuvo el último incremento al diesel de 85 colones que pretendía ejecutar RECOPE en el mes de junio, ya que habría encarecido aún más los pasajes del transporte público y de la producción agrícola e industrial, lo cual hubiera podido provocar protestas sociales que el gobierno quiere evitar. El gobierno pretende descargar aquel aumento del diesel que no ejecutó sobre los precios de la gasolina regular y súper. Entre otras medidas, el gobierno, está restringiendo la entrada de vehículos al centro de la capital en determinadas horas; no permitir la importación de automóviles usados de más de 5 años de uso; reinstalar el funcionamiento del tren de San José a Heredia e incrementar la producción de bio-combustibles.

Sin embargo, esas medidas del gobierno contra la crisis alimentaria y del incremento constante de los precios del petróleo son paliativas, no resuelven la problemática de fondo, ya que la escalada de aumentos de precios, profundizan la situación de desigualdad social, pobreza y miseria en que viven miles de trabajadores, campesinos y sectores populares que dependen de un salario. Actualmente existen en el país 936 mil personas en condiciones de desigualdad social, que constituyen el 20% de los hogares más pobres, integrado cada uno por 4,2 personas, los cuales sobreviven con un ingreso promedio de 116 mil colones al mes, lo que significa que cada integrante de esos hogares vive diariamente con 1,76 dólares, que ni siquiera les alcanza para alimentarse.

Esa situación de desigualdad social, pobreza y miseria es causada, entre otros factores, por: “El gran cambio entre los períodos 1950-1980 y 1990-2007 en Costa Rica parece estar asociado con la variable desigualdad, con lo cual el país ha estado moviéndose de un estilo distributivo a otro con importantes tendencias concentradoras. Entre las principales causas que están en la base de este aumento de la desigualdad destacan: las crecientes diferencias salariales entre los trabajadores calificados y los no calificados; entre el ingreso salarial de los trabajadores públicos respecto a los privados y entre los ocupados formales respecto a los informales y agropecuarios...”.[ii]

Nuestra Política Para Resolver la Crisis Alimentaria y de los Precios del Petróleo

El Partido Socialista de los Trabajadores (PST) considera que el gobierno y los patronos están descargando todo el peso de la crisis financiera-económica internacional, el aumento de los precios de los alimentos y del petróleo sobre las espaldas de los trabajadores, campesinos y sectores populares, mediante excesivos, constantes y generalizados incrementos de los precios de los productos de la canasta básica, los servicios básicos (electricidad, agua, transporte y otros), materiales de construcción y otros rubros importantes; la disminución de los salarios, a través del aumento de la inflación y de la política salarial del gobierno de no compensar la pérdida del valor adquisitivo de los mismos, sino de otorgar alzas salariales, por debajo de la inflación y del costo de vida. Esa situación está deteriorando permanentemente las condiciones de vida de los trabajadores, campesinos y sectores populares.

Desde el PST planteamos que la solución real a la problemática de la crisis económica que enfrenta el país y las masas trabajadoras, campesinas y populares pasa por luchar y exigirle al gobierno tomar medidas estructurales –no coyunturales ni paliativas– tales   como:

1. Política Salarial. Imponerle al gobierno que otorgue aumentos salariales semestrales que compense la tasa de inflación no sólo del semestre pasado, sino que reconozca la inflación anticipada del próximo semestre, como un mecanismo o forma de evitar el deterioro y pérdida constante de la capacidad adquisitiva de los sueldos.

2. Política Sobre los Precios de los Combustibles. Es cierto que los precios del petróleo aumentan constantemente a nivel internacional, sin embargo, también es cierto que  los derivados de este producto se encarecen aún más a nivel nacional debido al llamado impuesto único, de consumo y fijo sobre los combustibles que ronda el 29%. Por tanto, debemos exigir una disminución de ese impuesto sobre la producción de los alimentos y de la prestación de los servicios básicos, para que no sean trasladados a ellos. Asimismo, el costo de esa disminución se le debe trasladar a los grandes empresarios que no pagan impuestos.

3. Política Fiscal. Como sostienen los investigadores de El Estado de la Nación,  el país pasó de un “estilo distributivo” a un “estilo concentrador”, lo cual ha significado que  se haya incrementado la desigualdad social, la pobreza y miseria crecientes, debido a una injusta distribución de la renta nacional. Para resolver esa grave situación se debe cambiar totalmente la política fiscal, haciendo que el énfasis de los impuestos recaiga sobre los impuestos directos, no de los indirectos, tales como el impuesto de renta.

El PST propone luchar porque los empresarios tanto nacionales como transnacionales asentados en las zonas francas y otros regímenes especiales que actualmente no paga impuestos deban pagar al menos un 35% de impuestos de renta, para realizar una redistribución de la riqueza nacional mediante aumentos de salarios crecientes, mayor inversión en educación, salud, vivienda y carreteras.

4. Política de Precios y Alimentaria. Hay que exigirle al gobierno que congele los precios de los productos de la canasta básica para que los trabajadores, campesinos y sectores populares puedan tener un acceso real a los alimentos. Se debe destruir el control de las estructuras de monopolio y oligopolio de los precios de alimentos que realizan algunas industrias de alimentos muy concentradas.

Se debe imponer la política de autosuficiencia y soberanía alimentaria destruida por la política de apertura comercial iniciada desde los años 80 y fortalecida con la aprobación del TLC. En ese sentido, no se trata de que solamente mil campesinos siembren granos básicos para su autoconsumo, sino de que la política agraria estatal de manera permanente garantice que los campesinos puedan producir el cien por ciento de los granos básicos que el país necesita para alimentar a su población. Actualmente solamente se produce en el país el 48% del arroz que consumimos, el 25% de los frijoles y el 25% del maíz. El resto se importa del extranjero

El gobierno debe otorgar las tierras necesarias a los campesinos para restaurar la siembra de granos básicos; brindar crédito suficiente y barato para la siembra de esos granos; otorgar asistencia técnica inmediata y propicia para un buen rendimiento y cosecha de granos.

5. Nacionalización de la Industria de Alimentos. De último, para garantizar que la población costarricense, principalmente los trabajadores, campesinos y sectores populares, pueda tener el derecho a alimentarse en los próximos meses y años, cuando la crisis económica va golpear más fuertemente, es necesario e imprescindible que las grandes empresas de alimentos que están muy concentradas en pocas manos de capitalistas pasen a ser nacionalizadas, sin indemnización, por el Estado y, ser administradas, bajo el control de los trabajadores.



[i] Semanario El Financiero. Semana del 14 al 20 de abril del 2008.

[ii] La Nación, 8 de junio del 2008, página 28 A.

 

 

CAÍDA DE LA PRODUCCIÓN Y ÁREA SEMBRADA DE LOS GRANOS BÁSICOS

 

Veamos algunos datos de la producción y área sembrada de los tres principales granos básicos. La producción de arroz pasó de 226 mil toneladas métricas en el año 2000 a 175 mil toneladas al año 2006, para una disminución del 34%, mientras que el área sembrada de ese grano pasó de 68 356 hectáreas en el año 2000 a 48 386 hectáreas al 2006, para una caída del 29%. La producción de frijoles que en el año 2000 fue 16 236 toneladas métricas, se ubicó en 10 403 tonelada en el año 2006, lo que significó una baja del 36%, asimismo el área sembrada disminuyó de 30 827 hectáreas en el año 2000 a 14 035 hectáreas en el 2006, lo que representó una caída del 54%. La producción de maíz blanco pasó de 18 502 toneladas métricas en el año 2000 a 13 134 en el 2006, para una baja del 29%, mientras que el área sembrada de ese grano fue de 10 126 hectáreas en el año 2000 y de 6 260 hectáreas en el 2006, para una caída del 38%.

 

 

 

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