41 asamblea OEA

Por Orson Mojica

Antes de iniciar las sesiones de la 41 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), en San Salvador, un grupo de empresarios centroamericanos debatieron sobre la inseguridad ciudadana y el clima de inversiones, adelantándose a los temas centrales que fueron debatidos en la asamblea general de la OEA. La violencia está amenazando los negocios y la burguesía centroamericana comienza a preocuparse.

Altos índices de violencia regional

José Miguel Insulza, secretario general de la OEA, abrió las sesiones de la 41 Asamblea General, afirmando que "No tenemos guerras en la región pero sí dos enemigos comunes e interrelacionados: el crimen organizado y la desigualdad (…) El crimen, el narcotráfico y la violencia constituyen una amenaza a la estabilidad democrática y fortalecimiento del estado derecho y al desarrollo económico de las Américas”. (Diario de Hoy, 6/6/2011)

Los datos sobre la violencia en la región centroamericana son escalofriantes. En el año 2006, Centroamérica registró 14,257 muertes por la violencia, es decir, casi 40 por día. El Salvador tenía el índice de homicidios más alto de América Latina (58 por cada 100,000 habitantes). Guatemala y Honduras, tienen índices de homicidios de 45 y 43 por cada 100,000 habitantes, respectivamente.

En Centroamérica, el índice global de muertes por violencia de 35.4 por cada 100,000 habitantes, comparado con aproximadamente 20 por cada 100,000 en toda América Latina. Entre 2003 y 2008 fueron asesinadas 79.000 personas en Centroamérica.

Son cifras realmente alarmantes que presagian la desintegración de los Estados Centroamericanos, producto de la imparable ola de violencia. Honduras en el año 2010 tuvo una tasa de 77.5 muertes violentas por cada 100,000 habitantes, superando casi ocho veces la tasa promedio de 8.8 establecida por la OMS en el 2000. (El Heraldo, 6/6/2011)

Los países que registran menos muertes violentas son Panamá, Nicaragua y Costa Rica, pero también en estos países hay un repunte de asesinatos. El sector social más golpeado por la violencia es la juventud de los sectores populares: “La tasa de muertes causadas por lesiones en la región, que alcanza 14.9 por cada 100 mil habitantes, es mucho más alta y es la primera causa de muerte en los jóvenes de entre 15 y 29 años en donde llega a 83.2; y es aún más alta entre los jóvenes de los estratos medios y bajos”. (El Mundo, 6/6/2011)

Un reciente informe del Banco Mundial señaló que las altas tasas de homicidios en Honduras, El Salvador y Guatemala, "socavan las esperanzas de paz y estabilidad que surgieron luego de la resolución de las guerras civiles regionales".(El Heraldo, 6/6/2011)

Lo anterior es una consecuencia directa de la crisis capitalista y de la marginación social de millones de personas que no encuentran trabajo ni una forma decente de ganarse la vida. Estas masas marginadas ejercitan la violencia como mecanismo de descontento, al mismo tiempo que comienzan a constituirse en base social del crimen organizado.

Un cáncer económico

La debilidad intrínseca de los Estados en la región Centroamericana, se ha transformado en círculo vicioso que permite el crecimiento de la violencia y el crimen organizado, lo que a su vez se convierte en una sangría económica para las débiles burguesías de la región.

El Presidente Mauricio Funes en su discurso confirmó que, segunda datos de la ONU, la lucha contra el crimen organizado cuesta a los Estados de Centroamérica el 8% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) afirma que la violencia criminal consume más del 12% el PIB latinoamericano. Por ello, Funes insistió en que se deben “articular estrategias para hacer frente a un enemigo común: el crimen organizado y en narcotráfico”. (El Mundo, 6/6/2011)

Consejos Regionales contra el Crimen

En el marco de la 41 asamblea general de la OEA, Insulza firmó un convenio con la Comunidad de Policías de las Américas (AMERIPOL), destinada a fortalecer la coordinación, capacitación e intercambio de información de inteligencia entre las policías de América Latina.

Mario Canahuati, canciller de Honduras, dio a conocer la intención de crear Consejos Regionales contra el Crimen, como parte de la política implementada por el Sistema de Integración Centroamericano (SICA): “Lo que nosotros traemos es, básicamente enmarcados en el documento de SICA que fue presentado hace un par de semanas, la creación de alianzas regionales y establecimiento de iniciativas que permitan acciones de región (…) Cuando hablamos de regional estamos hablando de toda América Latina y el Caribe, estamos hablando de todo un proceso del fortalecimiento de las policías ". (El Heraldo, 6/6/2011)

El objetivo con semejante coordinación policial es crear un gran centro de inteligencia en la región centroamericana, de intercambio de información, de adiestramiento militar, etc. La burguesías centroamericanas, como era de esperarse, no dan una repuesta económica a los problemas sociales, sino que apuntalan el aparato militar y policial, para frenar los altos índices de violencias que no son otra cosa que la expresión inconsciente de la rebelión contra el sistema capitalista que oprime y lanza a la marginalidad social a millones de personas en Centroamérica.

Hoy la bandera de este proceso de militarización es la lucha contra la violencia, la cobertura ideológica es la obligación de los Estados de “garantizar la seguridad ciudadana”, pero en el fondo están preparando los órganos de represión para las inevitables rebeliones sociales de las masas empobrecidas que tienden a producirse cada vez más intensamente, producto de la crisis sin salida del sistema capitalista semicolonial.

¿Reformas a la Carta Democrática?

Durante las sesiones de la 41 Asamblea General de la OEA, el Presidente Mauricio Funes propuso reformar la “Carta Democrática” de la OEA: “El sistema (Interamericano) demanda una reforma profunda, establecer alertas tempranas y penalidades (se requiere) “el fortalecimiento de nuestra Carta Democrática y su transformación como una herramienta eficaz para la prevención de situaciones” como las que vivió Honduras durante el golpe de Estado del 28 de junio de 2009.

Insulza apoyo la propuesta, argumentando que “la Carta Democrática es tanto más amplia, en tanto considera otras formas de violación de la democracia que no sea sólo el derrocamiento del gobierno, también, violación de la constitucionalidad”, (Colatino, 6/6/2011).

La propuesta no avanzó por una razón muy sencilla: algunos de los Estados miembros consideran que esa reforma sería una intromisión en los asuntos internos de cada país. Recientemente la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) aprobó cláusulas democráticas “que aseguren la defensa colectiva de los gobiernos democráticos” de la región. El fantasma del golpe de Estado en Honduras atormenta a muchos gobiernos, pero no hay conjuros mágicos efectivos contra las rupturas de la democracia burguesa. Todo dependerá de la lucha de las masas por preservar las conquistas democráticas.

Funes pretende darle un rol de mayor injerencia a la OEA, y UNASUR pretende crear una especia de TIAR pero para defender la democracia ante posibles golpes de Estado. Ambas posiciones son utópicas, porque la bandera de la democracia es resbaladiza, tantos los golpistas como quienes lucha en contra, ambos bandos enarbolan las banderas de la democracia.

Conferencia en Guatemala

Como resultado de los trabajos preparatorios del SICA y de las resoluciones de la 41 asamblea general de la OEA, se realizara el próximo 22 y 23 de Junio la Conferencia Internacional de Apoyo a la Estrategia de Seguridad de Centroamérica, a la que asistirán los presidentes centroamericanos, República Dominicana, México, Colombia, Estados Unidos, Japón, Taiwán, Korea y la Unión Europea, con el objetivo de afinar la estrategia de combate al narcotráfico y el crimen organizado, mediante el financiamiento y coordinación de las policías y órganos de seguridad centroamericanos.

El objetivo de esta inusual Conferencia se reunir 900 millones de dólares para el financiamiento de los programas de coordinación y combate al narcotráfico. Estados Unidos ya aportó 200 millones de dólares a través del CARSI. En los próximos meses asistiremos a un mayor endurecimiento de la represión, lo que afectara, sin lugar a dudas, las diferentes luchas sociales, bajo el pretexto de combatir la violencia.

La reincorporación de Honduras

Honduras fue excluida de la OEA por Resolución del 4 de julio de 2009, por haberse producido un golpe de Estado que rompió el orden democrático. La 41 Asamblea General resolvió reincorporar a Honduras a raíz del Acuerdo de Cartagena, firmado entre el presidente Porfirio Lobo y el ex presidente Manuel Zelaya, que daba por superado el trauma causado por el golpe de Estado.

Durante estos dos años una parte importante de la izquierda de Honduras tuvo como eje de su política que Honduras no fuera readmitido en la OEA, por las constantes violaciones a los derechos humanos. Si bien es cierto la defensa de los derechos humanos es una bandera de lucha que nunca debemos abandonar, al insistir en que Honduras no fuera readmitida en la OEA, estaba legitimado a esta organización internacional que el Che Guevara llamara en una oportunidad como “ministerio de colonias de los Estados Unidos”.

En realidad, la reincorporación de Honduras a la OEA no tiene la menor trascendencia, lo que sí es importante es continuar con la campaña por la defensa de los derechos humanos, por el esclarecimiento de los asesinatos políticos y por el castigo a los culpables.

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